10 «Así hablaréis a Ezequías, rey de Judá: No te engañe tu Dios en el
que confías pensando: “No será entregada Jerusalén en manos del rey
de
Asiria”.
11 Bien has oído lo que los reyes de Asiria han hecho a todos los
países, entregándolos al anatema, ¡y tú te vas a librar!
12 ¿Acaso los dioses de las naciones salvaron a aquellos que mis
padres aniquilaron, a Gozán, a Jarán, a Résef, a los edenitas que estaban en
Tel Basar?
13 ¿Dónde está el rey de Jamat, el rey de Arpad, el rey de Laír,
de
Sefarváyim, de Hená y de Ivvá?».
14 Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó.
Luego subió a la Casa de Yahveh y Ezequías la desenrolló ante Yahveh.